Al menos 41 reclusas murieron en un devastador motín en la única cárcel de mujeres del centro de Honduras.<br />Las víctimas sufrieron quemaduras y heridas de bala, y las autoridades prevén que el número de muertes aumente a medida que avancen las investigaciones.<br />La presidenta Xiomara Castro se mostró conmocionada por las muertes y se comprometió a tomar medidas decisivas para que los responsables rindan cuentas.<br />Según Julissa Villanueva, viceministra de Seguridad, el sistema penitenciario hondureño ha sido "secuestrado" por el crimen organizado.<br />Las conocidas bandas Calle 18 y MS-13 llevan mucho tiempo implicadas en actividades violentas en Honduras y los países vecinos.<br />En un esfuerzo por combatir la escalada de violencia de las bandas, la Presidenta Castro ha declarado el estado de excepción desde diciembre.<br />Suspendiendo los derechos constitucionales y otorgando a las fuerzas de seguridad poderes para detener a individuos asociados con las bandas.<br />El gobierno hondureño también dio a conocer un plan para desarmar a los reclusos y aislar a los vinculados a bandas delictivas.<br />Se dice que el motín mortal fue un ataque directo del crimen organizado contra los esfuerzos de la Presidenta Castro contra las bandas.