Opacado por la paliza que Feijóo propinó a Sánchez en su cara a cara televisivo, nadie parece reparar en el detalle de que el líder del PP tenía, para colmo, al árbitro en contra.<br />En realidad, a los dos árbitros, porque el habitualmente agudo Vicente Vallés, obsesionado por no parecer antisanchista, permitió con su pasividad al jefe del PSOE ponerse tabernario e interrumpir medio centenar de veces, con la perruna táctica de farfullar cada vez que su educado contrincante tomaba la palabra.<br />Lo de Ana Pastor, aunque ha pasado casi desapercibido, fue mucho más infumable. <br />Como quien no quiere la cosa, la consorte de Ferreras endiñó a Feijóo una soflama exigiéndole que se disculpara ante las mujeres por sus pactos con Abascal.<br />Menos mal que el gallego, que sabe latín y ha demostrado ser mucho mejor polemista de lo que imaginaban hasta sus fieles, sacó a colación a botepronto el millar largo de violadores beneficiados por el engendro de la Ley del Si es Si y delimitó responsabilidades, con precisión de cirujano.<br />Esperar que el jefe de la Coalición Frankenstein diga la verdad es de una ingenuidad colosal.<br />Una muestra de inocencia casi aberrante.<br />En el caso de Sánchez, que empezó con aquello de que Pablo Iglesias le quitaba el sueño, siguió con lo de que no iba a pactar con los proetarras de Bildu, continuó prometiendo mano dura con los golpistas catalanes, confiar en que no mienta es un desvarío digno de psiquiatra.<br /><br />Se irá de La Moncloa mintiendo como un bellaco<br />Cabría sin embargo, no por respeto a la ciudadanía sino por simple interés político del PSOE y colegas, que se trabajase los bulos, montase con más cuidado los embustes, elaborase el relato y mejorase las patrañas.<br />Pero ni eso, como quedó patente durante el debate.<br />El coautor del bodrio legal que ha beneficiado a más de mil violadores y ha puesto en la calle a más de un centenar, llegó de decir que la del Si es Si es ‘una buena ley’.<br />Mintió sobre el empleo, sobre la inflación, sobre su plan de imponer peajes en las autovías, sobre sus apaños con Otegi, sobre su pasteleo con los golpistas y hasta sobre su dependencia de la ultraizquierda chavista y podemita, a ninguno de cuyos ministros y ministras ha podido tocar un pelo.<br /><br />Negó incluso, el muy caradura, que hubiera insultado a los policías y guardias civiles destinados en Cataluña durante la intentona del 8-O etiquetándolos como ‘piolines’.<br />Ni España ni los españoles merecemos un ‘Pinocho’ de esa catadura, así que no se me distraigan ni se confíen.<br />El 23J todos a votar en masa y darles a Sánchez, al PSOE y a sus cómplices la patada en el culo que merecen.<br />
