Mientras nos preparamos para la Navidad, es importante tener en cuenta los posibles peligros para la salud que acechan en nuestros adornos, a menudo con décadas de antigüedad.<br />Con las fiestas en pleno auge, es fundamental vigilar el riesgo de moho en los adornos almacenados en zonas húmedas y polvorientas.<br />El moho puede irritar los ojos, la piel y el sistema respiratorio, lo que supone un riesgo especial para las personas alérgicas o asmáticas.<br />Los árboles de Navidad artificiales son recomendables para los hogares propensos a las alergias, ya que los árboles naturales pueden aumentar las esporas de moho en el aire.<br />También es importante limpiar los adornos para evitar la acumulación de polvo, que puede desencadenar reacciones alérgicas, tos, irritación ocular y ataques de asma.<br />Además, se recomienda no utilizar cajas de cartón para guardar objetos, ya que pueden atraer plagas como ratones y ratas, que pueden propagar enfermedades.
