La Antártida se enfrenta a una crisis ecológica tras la propagación de la gripe aviar, que se ha cobrado la vida de cientos de miroungas. <br />Esta enfermedad también podría acabar con la vida de las poblaciones de pingüinos. <br />Identificado inicialmente entre los skuas pardos de la isla Bird, frente a Georgia del Sur, el virus ha provocado la muerte masiva de miroungas. <br />También ha aumentado la mortalidad de focas peleteras, gaviotas y skuas marrones en varios lugares de la región.<br />No se han registrado casos en la Antártida continental, pero sigue preocupando la posible propagación del virus altamente contagioso a la región. <br />Esto supondría una amenaza importante para los ecosistemas y las vulnerables colonias de pingüinos.<br />Los expertos advierten de un posible desastre ecológico si el virus se propaga entre los pingüinos, sobre todo durante su época de cría. <br />La cepa del virus, clade 2.3.4.4b, ya ha causado pérdidas sustanciales en las poblaciones mundiales de aves.
