Como estamos en época de cordialidad y buenas intenciones y se que muchos de ustedes han pedido a los Reyes Magos que este año, aunque sea a finales, se lleven a Pedro Sánchez y su cuadrilla de maleantes, a ser posible esposados y con traje de rayas, voy a revelarles hoy mi pronóstico más optimista para 2024.<br />Hay varios escenarios posibles, pero el menos calamitoso, el preferible, el más saludable para la mayoría de los españoles concluye -como es lógico- con el nefasto jefe del PSOE saliendo en carrera de La Moncloa.<br />Para ello, tienen que darse durante los próximos meses varias circunstancias.<br />Una de ellas, crucial, es que los jueces pongan pie en pared y dejen claro con sentencias reiteradas que nadie, por poderoso que sea, está por encima de la Ley.<br />¿Por qué es eso tan esencial?<br />Muy simple. <br />Los separatistas van a exigir a Sánchez, además de la amnistía ilegal, un referéndum que no cabe en la Constitución. <br />No creo que el Tribunal Supremo trague. El Gobierno Frankenstein, retorciendo la norma y las palabras, les dirá que la amnistía está en camino y les ofrecerá una consulta light, con un nombre confuso y preguntas brumosas sobre identidad, autogobierno o algo parecido.<br />Cuando Puigdemont y los golpistas, que están muy crecidos, constaten que Sánchez no se les puede dar lo que realmente ansían, pegaran una patada al tablero.<br />Por lógica y pensando en la autonómicas catalanas, de cuyo resultado dependen la colocación de parientes, los chiringuitos, los los sueldos públicos, los coches oficiales y las mordidas, Junqueras secundará al todavía fugado, para no ser menos.<br />Aunque Pablo Iglesias está a forrarse y ya le ha buscado acomodo en Bruselas a Irene Montero, no hay que descartar que le amargue un poco la existencia a Sánchez, en venganza por las perrerías que Yolanda hace a Podemos.<br />A eso se suma, complicando todo, que el 6 de junio tenemos elecciones europeas y que si VOX y PP no hacen muchas gilipolleces en los cinco meses que faltan, el palo que se llevarán socialistas y compinches puede ser antológico.<br />Bruselas, con un Europarlamento dominado ampliamente por los centroderechistas, obligará al Gobierno socialcomunista español a iniciar un ajuste contable y no tolerará que se consume el dislate de la persecución a los jueces y el desguace del estado de derecho.<br />Allá por el otoño, Sánchez se verá forzado a convocar elecciones anticipadas. <br />Ya sabemos que para los ‘progres’, para la gente de izquierdas, la política es como ser hincha de un equipo de fútbol y que les dan igual la realidad y las tropelías que hagan los políticos, si son los suyos.<br />No hay que confiar por tanto en trasferencias masivas de votos, pero hay un desgaste evidente y parece improbable que PSOE y Sumar vuelvan a reunir los 10,8 millones de papeletas que juntaron el pasado 23-J.<br />