32. MIL VARIANTES DISTINTAS…: WOLE SOYINKA (POESÍA MIXTA PARTE 3)<br />Mil variantes distintas<br />le dieron a la Muerte, de súbita<br />a paulatina. Vírgenes sangrantes<br />en orgías de leprosos<br />las calles, adoquinadas con muertos innúmeros<br />Jacques d’Odan<br />ángel sabio por no precipitarse<br />donde no osan pisar los héroes<br />susurra: ¡Alto!<br />Esta carnicería es un descontrol (y un descabello)<br />Se aclara<br />los dedos limpios en una palangana<br />de sangre, y con humildad se añade<br />estrellas y galones<br />a las hombreras, el contrapeso del general<br />Soy un hombre<br />de palabra. A quien concedo<br />el salvoconducto prometido<br />le garantizo<br />un recorrido seguro por la calle de sentido único<br />Los músicos callejeros<br />entonan mi canción: soy<br />el instrumento elegido por Dios<br />¿Qué oigo?<br />¿Me tocan unos dedos gordos e impíos?<br />¿Botas? ¿Culatas?<br />Tan sólo un pequeño reproche<br />y vive, este reptil de barro<br />¡Atended a las sirenas!<br />¡Echaos al mar cuando me acerque!<br />Humano<br />mi código de conducta, credo<br />de buenas intenciones, compañero de armas<br />al estilo de Cromwell<br />algún día le enseñaremos a leer a la soldadesca<br />¡Fuera las manos!<br />Esto es un asunto interno<br />espera mi escudilla de mendigo<br />pues cuando esté saciado<br />yo seré llamas, tú darás auxilio puro y eterno<br />Una playa<br />oculta el guijarro. Forma<br />aun con lejía (o cal)<br />mojones<br />de huesos para esconder el esqueleto del odio<br />fútil escudo<br />previo a los sacrificios rituales<br />madre e hijo, infructuosas<br />plegarias<br />una vieja escena, que entren los actores<br />Semana setenta y cinco:<br />bienvenidos los observadores. Las visitas<br />guiadas con mal gusto, ¡atención!<br />Tenemos limpias las manos.<br />Dos veces ha llovido y honda es la tierra.<br />
