El referente del Polo Obrero Eduardo Belliboni acusó al gobierno nacional de emprender una “persecución política” en contra suya y de los movimientos sociales, y negó estar vinculado a las supuestas denuncias de “extorsión” por las cuales las fuerzas de seguridad allanaron los comedores comunitarios de la organización que él encabeza.<br /><br />“Tengo la conciencia limpia, vivo en Burzaco hace 50 años. A mí no me llamaron porque saben que no soy un delincuente”, puntualizó el dirigente y adelantó que tanto él como su fuerza política se presentarán ante la Justicia para esclarecer la veracidad de las acusaciones.<br /><br />Belliboni es uno de los dirigentes de izquierda a los que el gobierno de Javier Milei puso en la mira a partir del dispositivo telefónico creado por el Ministerio de Seguridad de Patricia Bullrich para que personas de cualquier índole denuncien si son obligadas a movilizarse a cambio de un plan social o ayuda alimentaria.<br /><br />La recolección de varios llamados a la línea 134 apuntaron contra el Polo Obrero y por esto el fiscal Gerardo Pollicita ordenó una serie de 27 allanamientos a comedores populares, entre los cuales se incluyó a varios de esa organización social.<br /><br />El dirigente acusado negó tener vínculo con esas acusaciones pero consideró que “probablemente exista una persona denunciada” por coaccionar a militantes y aseguró que, si eso se comprueba, se la va a “echar de la organización”.<br /><br />