Tras la decisión de un establecimiento educativo de quitarles los teléfonos a los alumnos para impedir que los utilicen en horas de clase, un grupo de padres presentó un amparo para que los docentes permitan que los conserven.<br /><br />Mientras los profesores sostienen que provocan una constante distracción, los papás aducen que son necesarios para comunicarse ante cualquier eventualidad. <br /><br />¿Qué dirá la justicia?
