Aunque las vacaciones en la playa prometen sol y diversión, cavar agujeros en la arena puede ser peligrosamente engañoso.<br />En febrero de 2024, una niña de 7 años murió trágicamente cuando un agujero de arena de 1,5 metros que ella y su hermano cavaron se derrumbó, enterrándola viva.<br />Este trágico incidente pone de relieve un peligro menos conocido que se cobra más vidas que los ataques de tiburones.<br />La arena, sobre todo cuando está seca, es muy inestable y puede derrumbarse repentinamente, atrapando y asfixiando a las víctimas en cuestión de minutos.<br />A diferencia de las avalanchas, los pesados granos de la arena llenan todos los espacios y no dejan espacio para respirar.<br />Las labores de rescate se complican por el peso y la inestabilidad de la arena, que exige acciones rápidas y precisas para evitar que el derrumbe continúe.<br />Los expertos recomiendan mantener la profundidad de los agujeros a no más de 60 centímetros y mantener la vigilancia.<br />Entre 1997 y 2007, el derrumbamiento de pozos de arena causó 31 muertes en EE.UU., principalmente entre chicos jóvenes.<br />Agujeros de tan sólo 60 centímetros de profundidad han resultado mortales. Para evitar estas tragedias, rellena siempre los agujeros después de cavar.<br />Por muy agradable que parezca excavar, los peligros ocultos superan con creces la diversión. Ten cuidado y estate alerta.
