Todos hemos experimentado alguna vez un sabor desagradable en la boca, y a menudo lo atribuimos a algo que hemos comido o a nuestra higiene bucal. <br /><br />Sin embargo, si la causa no está clara, un mal sabor persistente podría indicar un problema de salud más grave. Esta afección, denominada disgeusia, describe cualquier sensación gustativa anormal o desagradable en la boca. <br /><br />Los cambios hormonales, como los que se producen durante la menopausia, pueden reducir la producción de saliva, provocando sequedad y mal sabor de boca. <br /><br />Medidas sencillas como mantenerse hidratado, evitar el alcohol y la cafeína o masticar chicle pueden ayudar a estimular la producción de saliva. <br /><br />El embarazo también puede provocar cambios en el gusto debido a las fluctuaciones hormonales, por lo que un sabor extraño puede ser normal durante este periodo. <br /><br />El reflujo ácido, en el que el ácido del estómago se devuelve a la boca, es otra causa frecuente de mal sabor que requiere atención médica. <br /><br />Es esencial mantener una buena higiene bucal y comprobar periódicamente si hay signos de enfermedad de las encías o caries, que pueden contribuir al mal sabor. <br /><br />Además de indicar deshidratación, la sequedad de boca o xerostomía puede deberse a afecciones subyacentes como diabetes o lesiones nerviosas. <br /><br />En raras ocasiones, un mal sabor persistente puede ser síntoma de hepatitis B, una infección hepática grave que requiere atención médica inmediata. <br /><br />Las infecciones como los resfriados, las infecciones de oído y la faringitis también pueden afectar al gusto debido a cambios inflamatorios en el organismo. <br /><br />Si notas un mal sabor inexplicable y persistente, es esencial que consultes a un médico para descartar cualquier problema de salud grave.
