En medio de la creciente inflación y dificultades económicas, los negocios de proximidad están resurgiendo con la práctica del fiado. Los comerciantes locales permiten a sus clientes anotar sus compras para pagar más adelante, una opción que no se encuentra en los grandes hipermercados. Esta tendencia refleja la necesidad de adaptarse a las realidades económicas actuales, aunque también plantea desafíos como el riesgo financiero para los comerciantes.
