Los estudios de Deborah Tannen encontraron estas diferencias de género en estilos comunicacionales: <br />Los hombres tienden a hablar más que las mujeres en situaciones públicas, pero las mujeres tienden a hablar más que los hombres en casa. <br />Las mujeres son más proclives a verse frente a frente la una a la otra y hacer contacto visual al hablar, mientras que es más probable que los hombres aparten la mirada el uno del otro. <br />Las niñas y las mujeres tienden a hablar extensivamente sobre un tema, pero los niños y los hombres tienden a brincar de un tema a otro. <br />Al escuchar, las mujeres hacen más ruidos como “mm-hmm” y “ajá”, mientras que los hombres tienden a escuchar en silencio. <br />Las mujeres se inclinan por expresar acuerdo y apoyo, mientras los hombres se inclinan más por debatir. <br />Aún así, no todas las investigaciones apoyan estas afirmaciones. Un estudio de Erina MacGeorge encontró una diferencia de sólo 2% en los estilos conversacionales de hombres y mujeres, y reportó que en general ambos sexos se comunicaron de forma similar(9). Criticos, incluyendo a Suzette Haden Elgin, han sugerido que los hallazgos de Tannen pueden aplicarse más a mujeres de ciertos grupos culturales y económicos específicos que a las mujeres en general. No hay evidencia que apoye la creencia de que las mujeres digan muchas más palabras que los hombres al hablar
