La nueva normalidad será parte del vocabulario que se implementará este 2021,<br />una fase endémica, donde la población mundial deberá reinventarse para acoplar<br />su estilo de vida y hábitos a emergentes protocolos de bioseguridad, aplicación de<br />vacunas, confinamientos, cuarentenas, cierres de fronteras y otras medidas que<br />comienzan a aplicarse ante la amenaza de una nueva cepa de coronavirus, pero<br />¿Por cuánto tiempo tiempo esto es soportable?<br /><br />Lidiar con la osadía de esquivar los controles de seguridad sanitaria y<br />confinamiento ante el riesgo de contagio, traerá consigo una reconfiguración al<br />momento de establecer y replantear las relaciones interpersonales mediadas por<br />herramientas y plataformas de redes sociales digitales, donde el costo por renovar<br />entornos de amistades e incluso avivar relaciones afectivas no son nada gratis,<br />develando la etiqueta de producto y nicho de mercado al que estamos sujetos<br />como individuos altamente dependientes de la tecnología.<br /><br />En una sociedad hiperconectada a merced de un sistema de mercado<br />transnacional financiero, la socialización tendrá una rentabilidad exponencial para<br />que los titanes tecnológicos, puedan fraguar consensos en pro de un ganar- ganar, pero<br />los estragos a lo interno y la naturaleza dual del efecto psicológico en los usuarios expuestos a<br />estas aplicaciones ya se pueden notar.<br /><br />Tinder<br /> <br />Bienvenidos a la cibervigilancia y el Gran Hermano en tiempos de pandemia,<br />donde las políticas están direccionadas por algoritmos envuelto por todo un<br />ecosistema digital y negocio virtual que busca maximizar las ganancias a través<br />del uso de nuestros datos personales, geolocalización e incluso reconocimiento<br />facial con el servicio face to face, al punto que compañías como la compañía<br />matriz de Tinder, Hinge y OKcupid, que registró un aumento récord de ventas de<br />84 millones de dólares en los tres meses hasta agosto, luego de sumar 1.1<br />millones de suscriptores.<br /><br />Enfrentar el impacto a largo plazo de la COVID-19, guardará un componente<br />ligado directamente a la salud mental dadas las medidas de confinamiento y<br />distanciamiento social, tal y como reveló UNICEF en septiembre de 2020, a través<br />de una encuesta relacionada con el impacto del nuevo coronavirus en la salud<br />mental de los adolescentes y jóvenes de América Latina y el Caribe, donde de un<br />total de 8.444 adolescentes y jóvenes consultados de entre 13 y 29 años en nueve<br />países y territorios de la región, 27% reportó sentir ansiedad y 15% de depresión<br />en los últimos siete días. mientras que el 30%, considera que la fluctuación de sus<br />emociones actuales proviene de la situación económica.<br /><br />Si bien 2020, representó un desafío para la humanidad al tener que enfrentar a un<br />agente invisible y desconocido que ha puesto en jaque la toma de decisiones de<br />los Estados-Nación, gobiernos, instituciones, organismos multilaterales para<br />preservar la salud o la economía, este 2021, no será la excepción, especialmente<br />cuando se cierne una carrera por la inmunización, resurgir de los mercados y otros<br />daños colaterales que un post de instagram o un perfil en Tinder te mostrará.<br /><br /><br />Instagram: https://www.instagram.com/laiguanatv/?hl=es-la<br />Facebook: https://www.facebook.com/iguana.tv/<br />Twitter: https://twitter.com/teleiguana
