El presidente de Rusia, Vladimir Putin quiere impedir el avance de la OTAN hacia el este. Pero lo quiere hacer con base en acuerdos jurídicos internacionales. Una actitud y postura que dista mucho de los de la otra acera: EEUU, Reino Unido y la Unión Europea.<br /><br />De entrada, Putin se niega a la militarización abierta y disfrazada de Ucrania. Ya sus servicios de inteligencia denunció la existencia de combatientes disfrazados de instructores en territorio ucraniano.<br /><br />La OTAN, LA UE y Rusia no sólo están pasando por encima de lo que desea la población sino también de los acuerdos de Minsk en los siguientes puntos:<br /><br />1) La remoción de todo el armamento pesado, 15 km para tras de la línea de contacto, por parte de cada lado del conflicto, para crear una zona desmilitarizada de 30 km.<br /><br />2) Prohibición de las operaciones ofensivas.<br /><br />3) Prohibición de los vuelos de aviones de combate sobre la zona de seguridad.<br /><br />Sobre la aplicación de este acuerdo en el conflicto manifiesto durante estas fechas, el único que no se cae a mentiras es Rusia. Según su cancillería la vigilancia más estrecha de la frontera ruso-ucraniana, como lo específica el protocolo de Minsk, sólo podría tener lugar después que una ley de amnistía fuese aprobada.<br /><br />¿Y qué hace Joe Biden? Llamar a todas partes sin lograr aliviar tensiones mientras el Washington Post, parte de su staff de prensa, viene edulcorando el panorama publicando mapas de supuestos planes de invasión rusa a Ucrania. EEUU en su osadía, ya vaticinó cuándo invadirá Rusia a Ucrania (Enero). El chiste se cuenta solo. En estas pretensiones y el rol de cada uno de los actores en esta escalada de conflicto se centra esta nueva entrega de Entre Líneas.
