Lo repiten como una letanía.<br /><br />Los ministros del Gobierno Frankenstein y diputados izquierdistas que los únicos ‘chorizos’ con los que han lidiado en su vida -con la excepción de sus colegas corruptos o puteros-, son los que les sirven a precio de saldo en la cafetería del Congreso.<br /><br />Los obispos, que hace mucho que no se enteran de nada, y la patulea periodística de la ‘Brunete Pedrete’, que hace suyas las consignas que les dictan desde La Moncloa.<br /><br />‘No existe una correlación entre inmigración ilegal y delincuencia”.<br /><br />Cambiar de nombre a las cosas no modifica su naturaleza y cuando los políticos se niegan a aceptar la realidad, quien sufre es la sociedad porque la realidad termina entrando por la ventana.<br /><br />Y la realidad contradice lo que predican Sánchez, Marlaska, la Conferencia Episcopal y la turba progre.<br /><br />De los 48 millones de habitantes que tiene España, el 13% son extranjeros.<br /><br />Bien… pues de los 57.000 reclusos que cumplen condena o están en prisión preventiva en alguna de las 69 cárceles españolas, más de 30% proceden de otros países.<br /><br />Eso nos lleva una conclusión irrebatible: si el 13 % de la población total de España perpetra un tercio de los delitos, la inmigración está relacionada con la delincuencia.<br /><br />No se trata de despertar ‘alarma social’.<br /><br />Pero es indudable que los ‘ilegales’, esos que acarrean hacia nuestras costas algunas ONG que parecen al servicio de los traficantes de ‘carne humana’ , los que reciben un ‘kit’ que la mayoría tira a la basura apenas tocar tierra, esos desventurados a los que la Cruz Roja entrega 300 euros por cabeza y muchos de nuestros dirigentes alientan a acoger con los brazos abiertos y alojan en hoteles, antes de darles billetes de avión para que se instalen en la Península Ibérica., son en buena parte responsables de la inseguridad ciudadana.<br /><br />No estaría de más que ministros, presidentes autonómicos y tertulianos sabelotodo se pasarán -sin avisar- por el juzgado de guardia o las comisarias en fin de semana y vieran, con su propios ojos el panorama.<br /><br />Los arrestados no suelen ser inmigrantes integrados, con papeles, deseoso de trabajar y encantado de participar en el sistema de derechos y obligaciones que permite la subsistencia de algo parecido a un Estado de bienestar.<br /><br />En esos casos, las tasas de delincuencia son similares a la nativa.<br /><br />La violencia doméstica, las violaciones, la ocupación y otras fechorías se han disparado con Sánchez en el poder y con majaderías como las impulsadas por desubicadas como Irene Montero y la ‘Banda de la tarta’, pero la causa fundamental del delito no son la nacionalidad, la raza, la cultura o las creencias.<br /><br />Son la ‘ilegalidad’ y la sensación de impunidad, lo que alienta a los malhechores.<br /><br />Según la Guardia Urbana, el 80% de los delitos en Barcelona -ciudad sin ley desde que los catalanes colocaron de alcaldesa a Ada Colau- son cometidos por extranjeros.<br /><br />Y leo, en una de esas notas de agencia que van escondidas en páginas interiores de los peri´ñodeicos, que los Mossos d'