Tras la detención de Pavel Durov, CEO y fundador de Telegram, la plataforma de mensajería está haciendo ajustes en torno a la seguridad y privacidad de los usuarios. <br /><br />Durov fue detenido por la fiscalía francesa por presuntas transacciones y tráfico de bandas en la plataforma, así como por negarse a entregar datos relacionados. <br /><br />La aplicación, que cuenta con más de 950 millones de usuarios, también ha atraído a narcotraficantes, terroristas, extremistas del odio y otros delincuentes debido a sus sistemas de cifrado. <br /><br />Durov, que quedó en libertad bajo fianza de 5,56 millones de dólares, aseguró que no tiene "nada que ocultar" y que es "absurdo" responsabilizar a una plataforma o a su propietario de su mal uso. <br /><br />Telegram se esfuerza ahora por reducir la actividad delictiva en su plataforma, actualizando sus condiciones de servicio y su política de privacidad. <br /><br />Sus nuevos términos señalan que revelará las direcciones IP y los números de teléfono de los usuarios que violen las reglas a las autoridades con "solicitudes legales válidas". <br /><br />"La búsqueda en Telegram es más potente que en otras apps de mensajería porque permite a los usuarios encontrar canales públicos y bots (...) desafortunadamente, esta función ha sido abusada por personas que violaban nuestros Términos de Servicio para vender productos ilegales", ha explicado Durov. <br /><br />Telegram ha declarado que moderadores asistidos por inteligencia artificial han eliminado "contenido problemático", pero no ha revelado el alcance de la operación. <br /><br />Ya se informó que la aplicación eliminaba debates o planes para incitar a la violencia por parte de grupos supremacistas blancos, antiinmigrantes y de extrema derecha.