Los residentes de Santo Suárez, un populoso barrio del suroeste de La Habana, golpearon cacerolas y sartenes, el domingo por la noche, para protestar por un apagón en toda la isla apagón desde el viernes en la mañana.<br />Muchos esperaban con angustia a última hora del domingo el restablecimiento de la electricidad.<br />La comida se echa a perder en los refrigeradores y no hay respiro para el calor que les mantiene despiertos por la noche sin aire acondicionado ni siquiera un ventilador.
