Rebeca Marín y Sarah Santaolalla son dos peones del equipo de opinión sincronizada de La Moncloa.<br /><br />Ambas, habituales del programa 'En Boca de Todos' (Cuatro) fueron a ganarse el bocadillo para tratar de dejar mal al asesor de Isabel Díaz Ayuso, Miguel Ángel Rodríguez, por el hecho de haber sido llamado a declarar como testigo en el famoso caso de la filtración de datos de Alberto González, la pareja de la presidenta madrileña, por parte de la Fiscalía General del Estado.<br /><br />Las dos jugaron a llevarse las manos a la cabeza como si Rodríguez estuviese imputado al igual que Álvaro García Ortiz. Pero Antonio Naranjo hizo de perfecto contrapunto.
