Cortita y al pie. <br /><br />Antonio Naranjo no necesitó ni 20 segundos para dejar bien sentado qué le pareció el gesto de Pedro Sánchez y de Begoña Gómez yéndose a la localidad oscense de Cerler a esquiar días después de haber, por ejemplo, alegado problemas de agenda para acudir al funeral por las víctimas de la DANA.<br /><br />En el programa 'En Boca de Todos' (Cuatro), el tertuliano de Alcalá de Henares (Madrid) hizo esta contundente afirmación:<br /><br />Yo creo que es una torpeza haberse ido de vacaciones a la nieve, que son especialmente caras a ojos vista de la gente, cuando no has tenido tiempo de ir a un funeral en Valencia.<br /><br />Naranjo esgrimió que, aunque pudiera parecer una reflexión demagógica, para nada lo era. Y es más, aconsejó al presidente de Gobierno cuidar ciertos gestos de cara a la ciudadanía:<br /><br />Sé que esto puede sonar demagógico, pero lo creo firmemente. Creo que hay que cuidar en determinados momentos tus gestos.<br /><br />Y es que, aunque pudo parecer una inocentada, las imágenes de Pedro Sánchez esquiando fueron una realidad, aunque la fecha daba para que la noticia fuera una coña marinera.<br /><br />El sábado 28 de diciembre de 2024, mientras intentaba disfrutar de una jornada de esquí en la estación de Cerler (Huesca), junto a su imputada esposa y a pesar de las extraordinarias medidas de protección montadas por su equipo para aislarlo de la gente, el amo del PSOE fue objeto de abucheos y gritos por parte de otros esquiadores.<br /><br />Numerosos presentes en las pistas pudieron escuchar los gritos y ver el espectáculo.<br /><br />La escena, captada en vídeo y difundida rápidamente por redes sociales, muestra a un Sánchez visiblemente incómodo mientras se prepara para descender por una de las pistas practicando snowboard.<br /><br />Entre los gritos que se escuchan claramente, destaca uno particularmente duro: «¡Tendrías que estar en la cárcel!».<br /><br />Otro esquiador, haciendo gala de un humor ácido, le espetó: «¡Quiero un ministerio de chorizo!», en clara alusión a los recientes escándalos de corrupción que salpican al Gobierno Frankenstein.<br /><br />Y como ya es habitual en las apariciones públicas del presidente, no faltó el ya célebre «¡Que te vote Txapote!».<br /><br />En definitiva, parece que ni siquiera las blancas pistas de esquí ofrecen ya un refugio seguro para un presidente acosado por la polémica y el descontento ciudadano.
