Tanto el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, como el presidente electo, Donald Trump, se han atribuido el mérito de haber logrado un acuerdo de alto el fuego en Gaza. <br /><br />Biden describió su colaboración como un esfuerzo unificado, afirmando que trabajaron como «un solo equipo» para lograr el acuerdo entre Hamás e Israel.<br /><br />El alto el fuego se alcanzó en medio de una escalada de la violencia y el aumento de las tensiones en la región, lo que suscitó la preocupación de la comunidad internacional.<br /><br />A pesar del aparente trabajo en equipo, Trump no tardó en declarar en un post de Truth Social que su reciente victoria electoral era la clave para lograr la paz.<br /><br />«Mi Administración buscará la paz y negociará acuerdos para garantizar la seguridad de todos los estadounidenses y de nuestros aliados», afirmó Trump en el post. <br /><br />La Administración de Biden subrayó que su enfoque implicaba amplias negociaciones y el apoyo de varios aliados, incluidos socios regionales. <br /><br />El anuncio del alto el fuego ha sido acogido con un cauto optimismo por diversas partes, que esperan que conduzca a una paz duradera en Gaza.<br /><br />Sin embargo, persiste el escepticismo respecto a la durabilidad de este acuerdo, dada la compleja historia del conflicto en la región.<br /><br />Las diferentes narrativas de Biden y Trump ponen de relieve la importancia política de los éxitos en política exterior de Estados Unidos.<br /><br />Se cree que el acuerdo incluye un alto el fuego inicial de seis semanas, una retirada gradual de las fuerzas israelíes de Gaza y el intercambio de rehenes de Hamás por palestinos detenidos por Israel.<br /><br />Pondrá fin a una guerra de 15 meses que ha causado la muerte de 46.645 personas en el territorio, según el Ministerio de Sanidad de Gaza, dirigido por Hamás.
