El estadio Monumental se llenó para un partido amistoso de River Plate contra una selección mexicana, generando un ambiente similar al de una semifinal de Copa Libertadores. Un amplio operativo de seguridad con tres anillos externos fue desplegado, resultando en más de 100 actas contravencionales y múltiples detenciones temporales por la actividad ilegal de "trapitos". La ley de reiterancia sigue siendo un desafío en Buenos Aires, mientras que el fenómeno social y deportivo alrededor del club continúa creciendo.
