Trump anunció, en su discurso de toma de posesión, que plantaría la bandera norteamericana en el suelo de Marte. Elon Musk y Jeff Bezos han iniciado una carrera espacial para desarrollar los cohetes más potentes jamás construidos, que podrían abaratar la complicada misión. Los retos a los que se enfrentan los científicos para poder llevar a personas al planeta rojo son innumerables. Sin embargo, las inversiones multimillonarias, de al menos 500.000 millones de dólares, relanzarían la industria aeroespacial.<br /><br />Para que una pequeña tripulación resistiera la radiación durante los dos años de viaje, la NASA debería desarrollar nuevas tecnologías. Los aspectos humanos y psicológicos son también un desafío, puesto que la tripulación no tendría comunicación directa con la Tierra. Desde Marte, un mensaje tarda 44 minutos en llegar a nuestro planeta.<br /><br />Los expertos inciden en que llegar a la Luna antes es necesario como trampolín al planeta rojo. Ahora está por ver qué hará Trump: si seguirá con el programa Artemis, que pretende llevar astronautas a nuestro satélite, o si redireccionará toda la inversión hacia un único objetivo: Marte.<br /><br />
