Donald Trump ha exigido una disculpa de la reverenda Mariann Budde, obispa episcopal de Washington, tras sus agudas observaciones durante un servicio de oración con motivo de su investidura.<br /><br />En su discurso en la Catedral Nacional de Washington, Budde pidió a Trump que «tuviera piedad» de las comunidades vulnerables, incluidas las personas LGBTQ+ y los inmigrantes indocumentados.<br /><br />Trump, en respuesta, criticó a Budde en un post en sus redes sociales, tachándola de «supuesta obispa» y «odiadora de Trump de la línea dura de la izquierda radical».<br /><br />La acusó de politizar el servicio y de no abordar cuestiones como la delincuencia relacionada con los inmigrantes.<br /><br />Trump añadió que el servicio fue «aburrido y poco inspirador», afirmando que Budde «no era muy buena en su trabajo».<br /><br />El servicio de oración, que tenía como objetivo promover la unidad nacional en lugar del partidismo, contó con líderes de varias tradiciones religiosas, pero excluyó notablemente a los evangélicos conservadores.<br /><br />El sermón de Budde hizo hincapié en la unidad por encima de las divisiones, instando a la compasión hacia los grupos marginados.<br /><br />No era la primera vez que Budde criticaba a Trump. Anteriormente reprendió su retórica y condenó su sesión fotográfica sobre la Biblia de 2020.<br /><br />Los comentarios de Trump sobre el servicio y su tono han provocado reacciones encontradas, con algunos elogiando la franqueza de Budde y otros acusándola de falta de respeto.
