La provincia de Santa Fe, particularmente la zona central y norte, se encuentra en alerta naranja debido a las altas temperaturas y la sequía que afectan la región. Las condiciones climáticas extremas están causando estragos en el sector agropecuario, con pérdidas aún incalculables para los productores. Las reservas de agua son insuficientes y muchos están abandonando sus actividades. Se espera que las temperaturas alcancen los 41 grados, con una sensación térmica aún mayor.
