Primero fue la palabra. Textos surgidos en épocas de pandemia casi como formas de desahogo, sin destino preciso. Después llegó la idea de la organización musical en torno a la palabra, la elección de instrumentos, el trabajo en estudio de grabación, la recomposición. La obra y el torrente de imágenes que del encuentro entre palabra y música se desprenden en cada escucha. Paula Shocron publicó hace unos meses El camino sigiloso, un trabajo complejo, que es más que la marcha sugestiva a través de paisajes sonoros, palabras y significantes poéticos.<br /><br />
