En medio de la devastación causada por las inundaciones en Bahía Blanca, los vecinos se unieron para organizar una olla popular, brindando comida y calor a aquellos que lo habían perdido todo. Esta iniciativa comunitaria demostró la solidaridad y el espíritu de los bahienses, quienes se apoyaron mutuamente en momentos de gran necesidad. La olla popular se convirtió en un símbolo de esperanza y resiliencia en la ciudad.