Destinaron tres hectáreas y media de su chacra ubicada en 9 de Julio para plantar moras. Con las hojas de esas plantas alimentan a unos 80.000 gusanos que producen entre 600 y 700 kilos de capullos de seda. Ese producto vale unos 70 dólares por kilo, pero el precio escala mientras se avanza en la cadena de valor. Se trata de una producción libre de agrotóxicos que ofrece márgenes de rentabilidad interesantes incluso a pequeña escala.