En un contexto de aumento de precios, el consumo de carne vacuna ha experimentado un incremento del 13% en las primeras semanas del año, según Gonzalo Hernández, propietario de una carnicería. A pesar del encarecimiento, los consumidores parecen estar volviendo a sus hábitos tradicionales cárnicos. Factores como la estabilidad relativa de los precios y descuentos por pago en efectivo han contribuido a este fenómeno. Además, el aumento en el precio del pollo debido a condiciones climáticas adversas ha llevado a más personas a optar por la carne vacuna.