Una preocupante ola de violencia sectaria ha resurgido en la comarca Ngäbe-Buglé, reviviendo los horrores del pasado y exponiendo la vulnerabilidad de niños, niñas y mujeres en la región. La activista de derechos humanos, Lucy Córdoba ha denunciado la reaparición de estas sectas, señalando que Panamá ha sido reincidente en esta violación de derechos humanos.<br />
