Para realizar los modelos utilizaron un sistema de vídeo MPEG-4 que cuenta con una malla facial en la que se definen todos los puntos de la cara (cejas, ojos, nariz, boca, etcétera) y define las emociones básicas de enfado, asco, miedo, alegría, tristeza, sorpresa, o la mezcla entre ellas. Arellano precisa que su aportación ha consistido incluir la personalidad a la hora de expresar estas emociones. <br /><br />Y tuvieron éxito, como muestran los resultados de la encuesta que hicieron entre 75 alumnos universitarios: el 82% identificó correctamente las expresiones generadas:un 86% dieron en el clavo de las emociones y un 73% acertaron con los estados emocionales de las caras que se les fueron mostrando en un ordenador. <br /><br />Algunas, no obstante, no resultaron fáciles de determinar; es el caso del miedo y la sorpresa, prácticamente indistinguibles si no se cuenta con el contexto adecuado, ya sean los gestos corporales, la voz o los movimientos de la cabeza. <br /><br />Después de este primer paso, el siguiente, ya en marcha, es crear un personaje cuentacuentos virtual que enriquezca la narración expresando con su rostro las emociones que genera la historia y que pueda tener diferentes personalidades.
