Desde que tenía 9 años, María José Dalmao supo que quería patinar. Fue tras un festival en el que participaban dos primas cuando, saliendo del evento, le dijo por primera vez a su madre: “Mami, yo patín”. Aunque todavía no hablaba con oraciones completas, repetía su deseo cada vez que podía. Su madre la acompañó y hoy tiene la agenda llena de entrenamientos y competencias.
