Un acusado de abuso sexual logró escapar de una comisaría de manera insólita: al tener sólo dos dedos en una mano, pudo sacarse las esposas y huir. El hombre, ex chofer de remis, estaba detenido por agredir a una pasajera.<br /><br />Su particular condición física -que parece de película- permitió el increíble escape, dejando en evidencia fallas en los protocolos policiales. Las autoridades lo buscan activamente, mientras el caso demuestra, una vez más, que la realidad supera a la ficción.