Nueve años después de que Julia se casara con Agripa, Livia consigue que Tiberio, muy a su pesar, se case con Julia. Druso, que se halla con sus tropas en Germania, envía una carta a Tiberio en la que cuestiona el poder de Augusto. Desafortunadamente la carta es leída en voz alta por Livia ante Augusto y Tiberio. Poco después, Druso muere debido a una grave herida en la pierna producida por una caída. Tiberio empieza a sospechar que su madre tiene algo que ver en esta rápida muerte. Su situación en Roma se hace cada vez más sofocante y sus problemas matrimoniales se agudizan todavía más, llegando a un punto insostenible.
