<p>Ozzy Osbourne</a> se salió con la suya, con el homenaje que se merecía, hace solo 17 días, el pasado 5 de julio en su ciudad, Birmingham (Inglaterra). Allí voceó sus últimos gruñidos con los compañeros de su gran banda, Black Sabbath, y con la canción bandera del cuarteto que fundó el heavy metal, <i>Paranoid.</i> Ese concierto, al que se presentó en un trono de murciélago, ha resultado ser la última presencia en público del Príncipe de las Tinieblas. </p><p><br></p>
