La política española vive un nuevo episodio de alta tensión en pleno verano de 2025. El llamado Frente Popular, ese conglomerado de partidos de izquierda y nacionalistas que mantiene en la Moncloa a Pedro Sánchez, vuelve a ser protagonista. La alianza, que integra a figuras tan dispares como Gabriel Rufián (ERC) y Arnaldo Otegi (EH Bildu), se enfrenta a grietas internas y a la presión creciente de la oposición, en medio de un contexto marcado por los escándalos de corrupción y el auge de la polarización.
