Un líder que inspira se gana el corazón y el respeto de quienes trabajan y comparten con el, y son aquellos que crean un ambiente en el que todos se sientan valoradas y motivados. Ser líder es más acerca de guiar y potenciar a otros que de exhibir solo tus propios conocimientos. Esto genera equipos más fuertes, motivados y capaces de enfrentar desafíos con confianza.