El viento, la baja humedad y las olas de calor siempre han sido algunas de las razones por las que cada verano nuestros bosques se han visto afectados por los incendios forestales, según señalan desde el Colegio Oficial de Ingenieros Técnicos Forestales. Si a esto le sumas una "falta de planificación y biodiversidad" tal y como advierten desde Ecologistas de Acción, miles de hectáreas se ven afectadas año tras año.