El viernes 8 de agosto, Córdoba anochecía con una noticia desoladora. La mezquita se quemaba. Las primeras hipótesis apuntan a que el incendio se originó en la capilla 37 debido a un fallo en la batería de una barredora eléctrica. Esta capilla se utilizaba para el almacenaje de utensilios de limpieza, aunque el cabildo ya contemplaba desde el año 2020 “descargar” de estos espacios a la mezquita. El suceso ha abierto un debate sobre el modelo de gestión de la Iglesia Católica, hoy en manos privadas.<br /><br />
