En horas de la tarde hallaron a una mujer enterrada en el patio de su casa y, en un principio, acusaban a su expareja, un gendarme, como posible autor del crimen. Sin embargo, la causa dio un giro inesperado: la hija de la víctima incurrió en contradicciones durante su declaración y, según vecinos, vivía allí junto a su pareja. Ahora, todas las sospechas apuntan a un posible matricidio.
