El Sistema Aéreo de Combate colaborativo del futuro entre España, Alemania y Francia (FCAS) cambiará la industria de defensa en Europa si consigue superar el pulso francés. Francia ha estado presionando para hacerse con el control del proyecto, del que reclama alrededor del 80% de la carga de trabajo, actualmente repartida a partes iguales entre los países. Con un coste estimado de más de 100.000 millones de euros, está liderado por Airbus, como principal socio de la industria alemana, Dassault Aviation por parte de Francia, e Indra por la parte española.