Basil se muestra en su faceta más servil cuando decide que uno de los huéspedes, el Sr. Hutchinson, es un inspector de hoteles. ¿Por qué si no iba a pedir ese hombre alquilar un televisor y un sinfín de otros servicios fuera de lo común? Basil le adula mientras se muestra de lo más grosero con el resto de huéspedes, incluido el Sr. Walt, que tiene sus propios motivos para alojarse en el Fawlty Towers. Las cosas van de mal en peor cuando Basil decide que puede haber cometido un error.
