No es ningún secreto que los juegos de deportes tienen un problema: sus lanzamientos anuales. Sacar entregas cada 12 meses hace que su crecimiento, su evolución, se estanque y tengamos varios juegos casi idénticos. Pero, de vez en cuando, llega uno que marca un punto de inflexión, y ese es el caso de NBA 2K26.<br /><br />Ya le hemos dado caña al nuevo rey del baloncesto, y venimos muy contentos a contaros en nuestro análisis por qué, aunque no es una revolución, sí que es un paso adelante para la saga. Un paso necesario que la acerca más a la perfección.