El título de mi sermón de hoy no deja resquicio a la duda: “en el Régimen Sanchista, lo que no esté prohibido será pronto obligatorio”.<br />No me refiero solo al fumar, al conducir, a lo de casarse o a las cosas de comer, que también, sino a lo de pensar.<br />El Gobierno del marido de Begoña señala, y los paniaguados periodistas y tertulianos de la Brunete Pedrete ejecutan.<br />El resultado es un clima de miedo, donde el personal se adapta para sobrevivir y guarda silencio o, lo que es mucho peor, se autocensura. En otras palabras: se arrodilla.<br />Subrayo esto a propósito de Gaza y de la furibunda campaña antisemita desatada por el amo del PSOE y su cuadrilla de maleantes.<br />Lo más vomitivo del repentino amor de Sánchez y compinches por los desventurados habitantes de Gaza es su falsedad. Y lo más estúpido es cómo la gente, tan inculta como maleable, les compra la mercancía.<br />Hay que ser muy tonto para considerar un defensor de los palestinos a quien acaba de entregar a los saharauis, atados de pies y manos, al sultán de Marruecos.<br />Y bobo de remate para no darse cuenta de que, al lado del jefe de Ábalos y Cerdán, van en la manifestación contra Israel los etarras de Bildu, los colegas del torturador Maduro y quienes, en aras del comunismo, se han abrazado siempre a Putin.<br />A todos ellos, Gaza y lo que les ocurra a sus habitantes les importa un bledo.<br />Del medio siglo que llevo de periodista, he estado tres décadas como corresponsal de guerra, saltando de un extremo a otro del Planeta Tierra, cubriendo desastres, catástrofes y masacres provocadas casi siempre por la estupidez humana.<br />Y niego la mayor: no hay un genocidio en Gaza e Israel no es un estado asesino ni nada parecido.<br />Si sus abuelos hubieran sido convertidos en jabón en tandas, hasta sumar seis millones que fueron los ejecutados en los campos de exterminio nazis mientras el mundo miraba para otro lado, probablemente tampoco tendrían ustedes la mínima confianza en la comunidad internacional.<br />Y les importarían un comino las resoluciones de la ONU, sabiendo que en su Consejo de Derechos Humanos ocupan asiento países poco respetuosos de los mismos, como Somalia, Sudán, Argelia, Catar, Cuba, Burundi o Eritrea.<br />Dicho esto y para concluir: para frenar en seco a los carros blindados israelíes y suspender ipso facto los bombardeos, bastaría que los terroristas de Hamás entregasen mañana a la Cruz Roja a los veinte rehenes que todavía siguen vivos y a los que mantienen enterrados en túneles desde el 7 de octubre de 2023
