Román Carrasco, de 84 años, demandó al artista Bad Bunny y a su equipo por usar su casa en Humacao, Puerto Rico, como inspiración en el video y presentaciones de La Casita sin su autorización. Carrasco alega que firmó contratos sin entender su contenido, y ahora exige una compensación de al menos un millón de dólares por daños emocionales.<br />
