Según testimonios de allegados y fuentes vinculadas a la investigación, las tres jóvenes habrían operado bajo la modalidad conocida como “viudas negras”, es decir, seducir a hombres para luego robarles bajo engaño o mediante el uso de sedantes. De acuerdo con estas versiones, trabajaban para un hombre cuya identidad aún no fue determinada y que podría ser una figura clave en la desaparición.
