El primer ministro británico, Keir Starmer, declaró durante su intervención en el congreso anual del Partido Laborista en Liverpool (noroeste de Inglaterra) que el Reino Unido "se encuentra en una encrucijada: optar entre la decencia o la división, la renovación o el declive".<br />"Nos enfrentamos a un desafío, a una auténtica pugna por el alma de nuestra nación, comparable en magnitud a la tarea de reconstruir el país tras la guerra", subrayó.
