La distopía bélica se extiende por Ucrania: decenas de kilómetros de calles se están cubriendo con mallas. Se trata de la ciudad de Jersón, que se afana de este modo para frenar los ataques de drones. El plan es cubrir 260 kilómetros en toda la región pues los últimos modelos rusos superan el muro de interceptación electrónica.<br /><br />Decenas de operarios están instalando estas mallas, que no son cualquier red, sino unas industriales con un determinado grosor, preparado para frenar los diferentes tipos de ataques como los de los drones FPV (kamikaces con explosivos) o incluso las granadas de mano que lanzan.<br /><br />La urgencia en proteger la ciudad y sus zonas aún habitadas ante los ataques rusos ha acelerado el proyecto, que prevé instalar 60 kilómetros de redes en población, con calles y edificios estratégicos como hospitales o estaciones, cubiertos. Además, se cubren grandes carreteras, como la M-14, que es la única autopista que conecta Jersón con Odesa y su principal vía de abastecimiento de alimentos y logística.<br /><br />El corresponsal de EL MUNDO, Javier Espinosa, ha podido visitar la ciudad y recorrer algunos de los tramos que ya han sido cubiertos con las mallas protectoras, grabando las imágenes que encabezan este artículo.
