En el marco de la investigación por el triple femicidio de Florencio Varela, fuentes cercanas al expediente consignaron el testimonio de una mujer identificada como Verónica, quien describió su pasado como “soldadito”, es decir, repartidora de drogas, para organizaciones que operan en la zona. Según su relato, su tarea consistía en recibir y trasladar partidas de droga y luego fraccionarlas para la venta al menudeo; la remuneración variaba en función de las cantidades implicadas.<br /><br />Verónica aseguró además que el trabajo implicaba riesgos constantes: pérdida de mercadería por robos, enfrentamientos y la necesidad de operar en lugares con mucha gente para evitar llamar la atención. Su testimonio aporta una visión sobre la logística y la estructura de base del narcomenudeo en el conurbano, y refuerza la hipótesis de que existen “soldaditos” que ejecutan operaciones a pedido de cabecillas.
