Los agricultores ucranianos que trabajan cerca de la línea de frente se enfrentan a ataques continuos de los AUV rusos. El uso masivo de drones en esta fase del conflicto ha incrementado el riesgo al que se enfrentan, ya que el Ejército ruso los ha convertido en objetivos prioritarios. Prueba de ello es el asesinato reciente del empresario Oleksandr Hordiienko en Jersón.<br />El acoso de los AUV no se limita a los ataques directos contra granjeros y trabajadores. En los últimos meses, los incendios en plantaciones provocados por asaltos del ejército enemigo se han multiplicado, según un análisis realizado por investigadores de la Universidad de Estrasburgo, la Universidad de Maryland y el programa Harvest de la NASA.<br />Antes de la invasión rusa a gran escala en 2022, la agricultura ucraniana era uno de los sectores con mayor crecimiento de la economía, representando el 10,9 % del PIB y generando el 17 % del empleo nacional en 2021.<br /><br />Sin embargo, según un informe del Banco Mundial publicado el año pasado, el sector ha sufrido pérdidas superiores a 71.000 millones de euros desde el inicio de la guerra. Solo la destrucción de graneros, uno de los objetivos frecuentes de misiles y drones rusos, ha supuesto casi 1.600 millones de euros en daños.
