Domingo de gran tensión y miedo en el distrito madrileño de Usera. La Policía Nacional detuvo alrededor de las 21:00 horas a Julio A. S. I., un ciudadano español de 40 años que amenazaba con "hacer volar por los aires" el edificio en el que residía. El suceso tuvo lugar en el número 7 de la calle Rutilo y mantuvo en alerta durante horas a los vecinos, quienes dieron la voz de alarma al 112 tras percibir un fuerte olor a gas y observar llamas saliendo del interior del domicilio, ubicado en un cuarto piso.<br />Hasta el lugar acudieron rápidamente agentes de la Policía Nacional y efectivos del Summa 112, que al llegar confirmaron la gravedad de la situación. El hombre había abierto la llave del gas y prendido fuego a varias estancias de su vivienda mientras gritaba "¿queréis esto?", poniendo en peligro no solo su vida sino también la de los demás residentes del inmueble. El suceso obligó a desplegar un amplio dispositivo de emergencia y causó momentos de auténtico pánico entre los vecinos, que fueron desalojados de manera preventiva mientras los bomberos trataban de sofocar las llamas y asegurar el edificio.<br />El detenido, empleado de una empresa dedicada al alcantarillado y mantenimiento de cañerías, fue trasladado bajo custodia policial al Hospital 12 de Octubre tras su arresto. En un primer momento, se barajó la posibilidad de que padeciera algún trastorno mental, aunque esta hipótesis fue desmentida por su compañero de piso, ausente en el momento de los hechos. El propio Julio aseguró a los agentes que no seguía ningún tratamiento médico ni farmacológico. No obstante, fuentes policiales señalan que no era la primera vez que protagonizaba un episodio similar, por lo que se le considera reincidente.<br />Se le imputan delitos de incendio, resistencia y desobediencia a la autoridad, además de atentado contra los agentes. Los Bomberos, tras una compleja intervención, consiguieron sofocar el fuego, aunque la vivienda resultó prácticamente destruida por las llamas. Entre los vecinos del número 7 de la calle Rutilo aún se respiraba el miedo horas después del suceso. Muchos aseguraron haber temido por sus vidas al ver el humo y las llamas salir del edificio. Según fuentes policiales, la rápida actuación de los efectivos de la Policía Nacional evitó que el incidente derivara en una tragedia de mayores proporciones.
